Llamada para publicación de artículos Nº 9.2 Revista Aspas

2019-06-11

Edición 9.2. Tema: Políticas Públicas y Artes Escénicas: relaciones entre producción, mercado y Estado

 

En los debates sobre políticas públicas para la cultura, hace mucho se reclama un Estado que actúe como regulador e inversor en áreas y expresiones que no son del interés de la iniciativa privada, tal cual producciones artísticas que tengan como prioridad el desarrollo de subjetividades y percepciones de mundo plurales, en lugar de formatos más compatibles con la lógica del mercado. Sin embargo, las interacciones entre el poder público y los agentes de la cultura, instancias representativas de esta visión, no son obvias incluso entre los que están de acuerdo con la misma. La inserción y la emergencia de nuevos grupos, compañías, colectivos, lenguajes, estéticas, se vuelven cada vez más un desafío y una dificultad dentro de los propios medios de subsidio y viabilidad de la producción artística de Brasil. La priorización y la sobrevaloración de productores y artistas renombrados y consolidados alimentan la desigualdad en la distribución de los recursos públicos.

La idea del arte como simple medio de generación de lucros – como en el slogan “Cultura es un buen negocio” que presentaba la Ley Rouanet a las grandes corporaciones en el momento de su creación – somete el arte a un objetivo único y central de mostrarse como una mercancía. En Brasil, donde históricamente poco se efectiva una política de democratización de formas expresivas, la creencia en agregar tal entendimiento a sus plataformas inhibe la idea de pluralidad. La producción independiente sigue siendo recurrente, pero el miedo de asociación a una idea de arte apenas como “un buen negocio” impide una reflexión colectiva sobre los nuevos modos de inserción en el mercado. Incapaz de corregir la intermitencia que caracteriza el trabajo escénico en todo el mundo, esa visión obliga grupos y artistas a interponer el apoyo estatal con proyectos desarrollados en estados de precariedad.

Los modos de producción teatral tienen dificultades de encajarse en los cambios económicos y sociales. El desarrollo tecnológico que permitió más productividad en otras áreas, poco influye sobre esta que todavía demanda mucho trabajo de diferentes personas y cada vez más inversión para que sean remuneradas como cualquier otro profesional. La viabilidad de lucro puede ser aún más difícil en producciones escénicas que se centran en la investigación de lenguaje, buscando un impacto social diverso de espectáculos que ansían por la inserción en el sector del entretenimiento.

Frente a eso, se viene estableciendo una dependencia de subsidios del Estado a través de convocatorias, lo que conlleva pactos políticos y económicos sobre los cuales los artistas se someten, muchas veces en la búsqueda por la supervivencia de un arte que tiene dificultades en lidiar con las condiciones materiales vigentes. Reconociendo el dilema, algunas iniciativas puntuales vienen intentando poner en cuestión la autonomía del teatro en relación a las políticas de financiamiento público. La discusión parte de un argumento de que los artistas no deberían mantener una relación de dependencia total con las esferas públicas. Es reconocible, sin embargo, que el debate da espacio a las ideologías de un estado mínimo, crecientes en el escenario político brasileño actual, que definen el artista como un profesional vago y que “mama en las tetas del gobierno”.

Inmersos en un momento de crisis, de exacerbación de disputas por visiones políticas y de un escenario que todavía presenta poca integración efectiva entre una producción dirigida a la investigación de lenguaje y la sociedad brasileña, es un momento de preguntarnos qué caracterizan la políticas públicas dirigidas a la cultura y, principalmente, a las artes escénicas. ¿Cuáles son las discusiones, desde el punto de vista histórico, que circundan y todavía pautan esas relaciones? ¿Cuáles cambios, contrastes y semejanzas pueden ser establecidos entre las políticas públicas del pasado y del presente?

Así, ¿de qué manera las relaciones entre producción, mercado y Estado pueden garantizar la democratización de los recursos públicos dirigidos a la cultura y al mismo tiempo asegurar la pluralidad de lenguajes y estéticas sin perpetuar los modos de legitimación propios de la cultura hegemónica y de la lógica económica? ¿En qué sentido el Estado viabiliza las artes escénicas en sus diversos ámbitos, de la educación básica a la formación de público y a los medios de acceso a la cultura? ¿Cuáles son los pactos que nosotros, artistas e investigadores, estamos interesados en hacer con el Estado y con el mercado? ¿Hasta qué punto las artes escénicas deben hacer concesiones con la finalidad de asegurar garantías mínimas de producción y circulación de sus bienes culturales? Por fin, ¿cuáles son las perspectivas frente a la actual disminución de recursos y a la asfixia de las políticas públicas dirigidas a la cultura?

 

La llamada de artículos para la referida edición estará abierta estrictamente de 10 de junio de 2019 a 11 de agosto de 2019.